Coger el teléfono...
Mira tú me ves pero camino en cuadrados de piedra y creo que están mojados, y no era eso que eran muchas cosas más, la incomprensión de los datos. Qué estaban todos ahí.
Y ahora se revuelven entre el humo del cigarro y la ventana gigante, al margen de las palabras, todos juntos, sin saber, porqué, cómo, qué cosa es aquello que sientes.
Los datos, que no tienen emoción, qué están ahí. Así, sin pena ni gloria que valga. Y con eso no se puede vencer, qué están, qué están ahí.
Y pesan, mucho y demasiado.
Y no puede ser. Es sólo que no puede ser.
Era sólo coger el teléfono...
