No sé que día es hoy, ni que hora es. No tiene importancia que sea Lunes 15 de Enero del 2025 y el maldito despertador pite las siete de la mañana.
Sin tiempo para despertarme me enfundo en los vaqueros, me pongo la camiseta blanca, las camperas, me lavo la cara, los dientes, me cepillo la melena que recojo con un palo y salgo zumbando.
Cuando abro la puerta no hay nada, es una nada asombrosa, no está, no existe, ni se ve, ni se oye, ni se toca, es tan asombrosa que no se puede describir, no tiene color, ni espesura, ni matiz, ni textura, ni adjetivo, ni definición, ni nomenclatura.
Silencio.
Si salgo me vacío, si me quedo me voy a despertar.