El olor de las nubes.

Volvemos a la rutina, el despertador que suena a las siete, y las noticias a las tres, y el Rajoy y el Rubalcaba y su (demasiado soez) pero es que así lo siento, y los profes y la rubia de pastel, madrileña y  feliz de la democracia y el derecho a la huelga y no lo llamarán chulería.
Y ese del face de amigos comunes, que está obsesionado por preguntar por la familia y no puedo dejar de pensar en la morbosidad del interés.
Y me canso de querer entender, comprender. Y un famosillo por Gran Vía y una chica de su mano y la jocosidad de mi cabeza que expresa con plena libertad. "Se lo debe follar bien, porque con lo feo que lo tiene lo contonea bastante". Y me regañan. ¿Será que todos piensan en rosa? ¿Será que todos son educados de pensamiento? Qué por cierto, no tengo ni idea de que puede significar eso porque no existe Y mientras todo eso sucede me frotan la lámpara maravillosa y el genio y la figura se vuelve salvaje de necesidad y tierna de sentimiento.


Y así vamos que te vamos, viendo soles y lunas, sonrisas y lágrimas y matices. Y mi arco iris se vuelve cóncavo y la prudencia que es la madre de la ciencia  me impide chillar el nombre y el apellido de lo que siento. Claro, alto y  transparente. Pero es que eso no es importante (el mostrar en colectivo, me refiero) y me pregunto si la humildad también se debe aplicar a la muestra individual de la felicidad y  sólo mostrar aquella parte que irradia fuerza, buen rollo y etcétera. Etcétera digo, porque evito el palabrerio mistico espiritual filosofico a los respectos.

El caso es que siento bien, requetebien ¡¡Qué ya era hora!! y ahora solo tengo que escribir el punto y el final del escrito.

Gracias por regalarme sonrisas a todos aquellos que lo hacen y lo hicieron y a tú en particular.


http://www.ojocientifico.com/2009/08/12/sonrie-un-arco-iris-invertido-en-el-cielo
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