Circunlocución

Teníamos conciencia sobrecogidos por aquél pretencioso silencio de nuestra presencia, las palabras quedaban difuminadas en versos callados con prodigiosa exactitud de huecos realzados de una gran belleza.
Rincones exactos de nuestros pequeños vuelos dónde la inmensidad del cielo acogía el aleteo incondicional de nuestra sutileza.

Nuestra presencia y el silencio, devoraba ese sentimiento agradecido de algo mucho más grande que el perímetro de la piel, cuando el tacto perece en un ansia inconfundible.

Desaparecimos para enlazarnos en el suspiro de nuestros labios, nos protegimos ante nuestra terrible necesidad, borramos nuestras heridas y sonreímos sin mirarnos, tan sólo por saber que nos echábamos de menos.
Nos sentimos al respirar.






Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.