Fijo un punto de visión indeterminado en la pantalla.
Entre tanto el humo del cigarro genera sus volutas, independientes, ajenas, efímeras.
Comienzo a escribir.
Cantidad de sensaciones distintas que nada tienen que ver la una con la otra.
Un batiburrillo incesante.
Política, injusticia, derechos, humanidad, mi vida.
No soy capaz de seleccionar una sensación para crear una inspiración entre tanta cosa, se me hace complicado. Me percibo cansada.
Fijo de nuevo un punto de visión, esta vez en el horizonte...kilómetros de oscuridad y luces de fondo.
Huelo el mar, me acuno en sus olas, percibo la arena húmeda en mis pies.
Inmersa en su grandeza y el tono distinto del cielo con el agua, percibo la línea genuina del horizonte que dibujo con mi dedo, me quito la ropa, percibo la magia, camino hacia dentro, me sumerjo, buceo, me empapo, disfruto, salgo a la superficie y respiro, sencillamente respiro.
