Un halo callado de un trozo de mí.
Un eco sin voz me invade en este insomnio sin sombras, ni aquelarres fanáticos.
Las volutas blancas del humo de mi cigarro clarean esta oscuridad espesa y cálida que al fundirse con la luz agónica de mi pantalla se vuelve de un azul inconmesurable y poroso.
El silencio brilla acompañado por el viento tenue, que cerca la nada.
Oscura y frenética me afrenta por el hueco abierto de una fachada sin sonido, ni vida; en una placidez que respira soledad mas compañía, en borbotones de fórmulas matemáticas simples.
Sumas y restas de sueños que no perecen y besos que se pierden en transfusiones espirituales de emoción y sentido.
Soy un trozo de cosa orgánica suspirando espacios de aire y respirando impulsos electromagnéticos que me llevan a ti.
A tu lado.
