Insumisión lobular parcial y el delirio acompasado

Qué hay que hacer cuando el pulso lo tienes acelerado y un día más, esperas que sea un día menos.
Pues puedes ponerte a pensar por qués, en cómos y en para qués o mejor aún. No pensar  absolutamente en nada y disfrutar de que respiras.
Más aún ni siquiera ponerte a pensar de cómo puedes convencer a la gente, masa, peña, de que no paguen a hacienda. Ninguno, nadie. Ni manifestaciones, ni huelgas ni hostias.

NO PAGAR HACIENDA
 NADIE


Pero claro la vida no es una novela de Saramago, ni yo lider carismático de masas, una auténtica pena, la verdad.
Siempre es mejor, poner música, callar la boca, pensar en silencio o pensar al compás de la seguridad social, y esperar que el cielo ilumine a otro no vaya a ser que por dar opinión, te tachen de loco o lo que es peor de bocazas.

El caso es que me había levantado tranquila y dichosa, sin pensar en lo que leí de subidas de luz y gases, sin pensar en otras preocupaciones mundanas que me agarrotan el cuerpo, qué me había levantado sin pensamiento alguno y con muchas ganas de respirar profundo y es que a veces, algunas veces. 
Mi ingenuidad me puede.
¿En qué estaría yo pensando?...



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