Poema a ciento cuarenta pulsaciones.

El pico de la pantalla, 
perfila la cabeza inmóvil del gato, 
que mira fijamente y sin dudas lo que yo soy incapaz de ver. 
Entonces imagino.

La presión del espacio en mi cabeza, 
que me pinza el sentido estricto de un verso, 
que cosido en la comisuras de mis labios, cayó partido.

Las sombras de mis cosas 
me acompañan el silencio 
y un reloj repiquetea el tiempo. 
(...)
segundos escritos, en estrictos soniquetes.

Bostezo palabras cosidas a mis neuronas, 
entre aquí, que me reflejo y yo. 
No es una distorsión semántica. 
Es sólo la expresión de un reto

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.